Todo parece estar en su justo lugar.





Las nuestras, mi amigo,
son obras pequeñas.
Escritas en la intimidad
y como con vergüenza.
Nada de tonos altos.
Nos parecemos a la ciudad
donde vivimos.




Perdiste tus últimos poemas
y yo casi no escribo.




De allí
esos largos silencios
en nuestras conversaciones.

-Estela Figueroa, "A Manuel Inchauspe, en el hospicio", en La forastera



Nacida en 1946 en Santa Fe, ciudad donde reside, Estela Figueroa ha publicado los libros de poemas “Máscaras sueltas” (1986, traducido al italiano) y “A capella” (1991). “La forastera” fue editado en la ciudad de Córdoba, con el sello de Ediciones Recovecos y el apoyo de la Secretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe. Figueroa trabajó en talleres literarios con menores alojados en la cárcel de Las Flores —experiencia que volcó en la revista “Sin alas”— y publicó también “El libro rojo de Tito”, sobre un personaje popular de Santa Fe, y “Un libro sobre Bioy Casares”, donde compiló una serie de estudios. Actualmente dirige la revista La Ventana, que publica la Dirección de Cultura de la Universidad Nacional del Litoral


Yo no quiero

(...) Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.