Quisiera pedirte perdón mi amor por ser tan tonta otra vez, por creer que no soy feliz con vos. Por haber dicho todas aquellas cosas que terminaron por lastimarte, y como un efecto rebote, me tocaron a mí.
Perdón por ese momento en que no necesité de tus labios para seguir respirando, de tus ojos para poder brillar,
perdóname, mi amor.
Por ser la misma tonta que cayó tres mil veces, y vos, como nadie lo hubiera hecho, me tomaste de las manos, y me seguiste acompañando, olvidando todo el mal que te hice, todo el dolor que te causé con cada una de mis acciones.
Sé con seguridad que una persona como vos es difícil de encontrar. El amor que me regalaste fue lo mejor que me pasó, es un amor incondicional, sin grises ni manchas.
Es puro.
Hacía mucho tiempo que no me sentía así, te debo confesar.
No sé qué estupidez pasó por mi mente para no tener que necesitarte a vos, que siempre fuiste mi todo. Mi prioridad al despertar.
Ahora volví a abrir los ojos, y te vi a vos simplemente, tan lindo, con tus ojos sinceros. Tu boca grande y preciosa.
Gracias mi vida por hacerme sentir la persona más feliz y especial del mundo.
Jamás me dejes, porque sos lo único que necesito para sobrevivir.
Te amo.
