Después de vos, tus besos

Cuando dos personas dicen amarse, no basta con sólo decirlo. Hacen falta más que dos manos entrelazadas, más que una mirada complotada. Cuando dos personas se aman, el cielo y la tierra dejan de existir. Los dioses ya no interfieren en nada. Todo es poco, y un beso lo es todo. Cuando dos personas se sienten amadas, pueden hacer lo que sea por ese otro, que es el mismo espejo del alma. Juran amarse para toda la vida, y creen que nada los va a separar.
Pero cuando dos personas se aman, ninguna vuelve a ser la de antes. Toman trozos del otro y desparecen con el tiempo, NADIE ES INMUTABLE. Se transforman en un alma nueva, se contraen en una sola masa. Son susceptibles a la poesía, y lloran desmesuradamente con el triste final de la triste historia de amor. Nadie puede quedarse estático, todos morimos cuando amamos de verdad. Amar así, vale el dolor y cada angustia que pasamos en la vida. Sentirse amado, hace que todo lo esencial se convierta en algo pasajero. Saber amar, es algo que no se aprende, pero vale la pena intentarlo.